Capítulo 133
|| PUNTO DE VISTA DE VALERIA ||
Me senté frente a mi padre en la larga y pulida mesa del comedor, sin el menor rastro de apetito. La gran lámpara de araña que pendía sobre nosotros proyectaba una luz fría e implacable sobre la estancia. Cada tintineo de los cubiertos resonaba como un disparo en medio del silencio que nos separaba.
Empujé la comida en mi plato, mirándolo de reojo. Él continuaba comiendo con su habitual meticulosidad, sin levantar la vista ni una sola vez. La tensión era asfixiante.
Por fin hablé, con una voz que pareció cortar el aire.
—Mamá ha muerto —dije en un susurro, casi esperando que aquellas palabras provocaran algo, cualquier cosa, en él.
Ni siquiera se inmutó. Se limpió la boca con la servilleta y la dejó cuidadosamente junto al plato. Entonces, al fin, me miró.
—Lo sé —respondió, tan tranquilo como el hielo.
Sentí un nudo formarse en mi garganta.
—¿Lo sabías?
—Lo sabía —repitió, llevándose un sorbo de vino a los labios—. Lo supe en el momento en