Regresar a sus vidas se les hace sencillo, sobre todo porque los guardaespaldas no dejan a Elena sola en ningún momento y Henry tiene prohibida la entrada en el campus, pero lo que ella no sabe es que hay personas que están confabuladas en obligarla a verlo.
Por eso, cuando su hermano llega a buscarla ese viernes, Elena salta sobre él para abrazarlo porque no es usual que eso ocurra.
—Santi… que lindo ver a mi hermano aquí, pensé que te irías.
—No, decidí quedarme un par de semanas más —le dice con una enorme sonrisa, cuando la ve buscar su teléfono para llamar a Noah, él le dice riéndose—. Tu hombre sabe que vine por ti, no me atrevería a ponerte en riesgo, así tus guaruras nos escoltarán mientras nos comemos un postre delicioso de chocolate en esa cafetería que te encanta.
—¿Te he dicho que er