«Cerca de las tres de la mañana Elena se despierta con un dolor en el vientre que la incomoda, por lo que decide desbloquear su teléfono y dejar el número de Noah a mano, sólo por si acaso.
Se levanta con cuidado, va a la cocina para beber agua y cuando regresa siente un mareo ligero, náuseas y un líquido caliente entre las piernas, cuando mira su pijama se apresura a llamar a Noah.
En su departamento, Noah está despatarrado en la cama, con un libro cerca de la cara y el teléfono en silencio, por lo que las llamadas de Elena no las oye.
—No… por favor… —llora angustiada, toma su bolso con su identificación y camina a la puerta, la que deja abierta para que el equipo de emergencia entre. Respira profundo y llama para pedir ayuda.
Le piden que espere tranquila, una ambulancia va de camino a buscarla y ella sólo coloca sus manos en su vientre.<