“Yo…”. Mientras Gigi sentía un complejo de emociones, se levantó lentamente y dijo en voz baja: “Ya me voy de vuelta”. Inconscientemente, sabía que Darryl había sido acusado injustamente, así que se sintió incómoda.
Sin embargo, casi había entrado en un brote psicótico. Aunque la situación se había estabilizado, su cuerpo seguía muy débil. Tan pronto se levantó, sus piernas cedieron y estuvo a punto de caerse al suelo.
Darryl la sostuvo en sus brazos en ese preciso momento.
“Tú...”. Gigi se enrojeció. Se sintió muy avergonzada e intentó apartarse de los brazos de Darryl. “¡Suéltame, pervertido!”.
Se había dado cuenta de que Darryl había sido acusado injustamente, pero dijo esas palabras por costumbre.
‘¿Pervertido?’.
Darryl se quedó boquiabierto al oír esa palabra. “Gigi, eso no está bien. Acabo de salvarte la vida y te atrapé cuando casi te caes. ¿Cómo soy un pervertido?”.
Mientras hablaba, admiraba las esbeltas curvas de Gigi desde la proximidad.
‘No hay duda de que el cuerpo