“¿Todavía estás enojada conmigo porque hablé con otra mujer?”. Darryl se acercó a Lumi y la besó en la mejilla.
Después del beso, Darryl le sonrió. “Muy bien, no sigas enojada conmigo. Te quiero mucho. Buena chica”.
Lumi se quedó sorprendida. Su cara se enrojeció y su cuerpo tembló. Llamas parecieron salir disparados de sus ojos. ‘¿Acaso ese imb*cil me acaba de besar?’.
Preston y Lindsey se sintieron incómodos, así que giraron la cabeza para mirar en otra dirección.
“¡De acuerdo!”. Darryl se levantó con una sonrisa justo cuando Lumi estaba a punto de estallar de rabia. Miró al cielo y dijo: “Se está haciendo tarde. Deberíamos irnos ya”. Entonces se volteó hacia Lumi y le dijo: “Mis queridas esposas, recuerdo que aún tienen trabajo que hacer en el Palacio Belladona. ¿Por qué no se van ahora también? Vengan a la División del Yang Puro cuando hayan terminado y búsquenme allí”. Mientras hablaba, le guiñó un ojo a Alora.
‘Ya tuve mi diversión y es hora de dejarlas ir. Es inapropiado qu