La Madre Abadesa Serendipia estaba a punto de hablar cuando fue interrumpida por el hombre de negro.
Él sonrió: “Madre Abadesa Serendipia, ¿se siente débil y no puede usar su energía interna?”.
En ese momento, la sensación que sentía la Madre Abadesa Serendipia cambió. Ella lo miró con sospecha: “¿Cómo lo supiste?”.
El hombre de negro se rió a carcajadas: “Por supuesto que lo sabía. Fui yo quien la envenenó”.
¿Qué?
La Madre Abadesa Serendipia se sorprendió y se enfureció. ¡Ella también estaba en conmoción! ¿Qué veneno era ese? ¡Fue tan poderoso que ni siquiera se dio cuenta!
El hombre sonrió ampliamente mientras sostenía una pequeña botella de jade y miraba a la Madre Abadesa Serendipia: “Usé el Veneno Débil”.
¡Veneno Débil! Había un rumor de que el veneno tenía un aroma agradable. Una vez que alguien lo inhalaba, se sentiría débil y no podría usar su energía interna. La Madre Abadesa Serendipia sí había detectado un olor, pero lo ignoró al pensar que era el perfume de su discíp