El rostro de Goliry se sonrojó de color carmesí mientras pronunciaba esas palabras.
La mano de Darryl rozaba claramente su muslo a cada paso que daba. Esa sensación era insoportable.
Ehh...
Darryl se quedó sin palabras. “¿Cómo voy a cargarte sin tus piernas? Sopórtalo, ¿quieres?”.
Darryl la levantó aún más mientras hablaba.
La cara de Goliry ardía de vergüenza, pero no sabía cómo responder.
Unos segundos después, pareció tener una idea, se mordió el labio y dijo con frialdad: “Cierto. Lo que sea que pase en esta cueva se queda en esta cueva. Si te atreves a decir una sola palabra, te haré desear haber muerto aquí”.
Hacer que él la cargara ya iba en contra de sus valores personales y era todo lo que podía soportar. Nadie podía saberlo, o su reputación ardería en llamas.
Darryl sacudió su cabeza, mientras estaba exasperado y divertido porque ella seguía preocupada por su reputación en ese momento. “Espíritu, mi vida está en tus manos. ¿Cómo podría decir algo?”.
“Además, no sabem