En ese momento, Magnum había perdido todos sus sentidos. Pensó que mataría a Darryl de un solo golpe y escaparía después.
Creyó que Darryl no tenía ningún poder y que no tendría ninguna posibilidad de contraatacar.
Todos estaban sorprendidos por la situación.
“Magnum, deja de ser irrazonable”, gritó Zacho.
Gigi y Sofía estaban aterrorizadas y no pudieron evitar gritar.
“¡Maestro de Secta, tenga cuidado!”.
“¡Maestro de Secta!”.
Zacho, Gigi y algunos otros quisieron acercarse corriendo a detener a Magnum mientras exclamaban, pero estaban demasiado lejos. Además, el golpe de Magnum se produjo demasiado rápido y no pudieron detenerlo a tiempo.
Darryl se rio entre dientes y permaneció inmóvil mientras Magnum extendía la palma de su mano hacia él. No tenía intención de esquivarlo.
Darryl había absorbido hasta el 70% de la energía del Elixir Dorado de Médula Celestial. Luchar contra Magnum era pan comido. Podía destruirlo con su poder divino sin moverse ni un centímetro.
Gigi y Sofí