El Rey Tigre Blanco sonrió amargamente. “El Rey Tortuga Negra ha perdido la cabeza. No creo que puedas hacer nada al respecto”.

Mientras hablaba, el Rey Tigre Blanco se sintió frustrado e impotente.

Fénix Colori se quedó en silencio antes de decir lentamente: “La única forma de evitar que eso suceda es mudarse a un nuevo territorio nuevamente”.

¿Otra vez?

El Rey Tigre Blanco se congeló antes de finalmente asentir. “De acuerdo”.

El Rey Tigre Blanco no tenía ningún deseo de luchar contra la tribu Tortuga Negra. La tribu Demonio acababa de ser liberada del cautiverio no hace mucho tiempo y todavía estaban en medio de recuperar sus fuerzas. Si estallara una guerra interna, sus espíritus tardarían aún más en recuperarse. Solo había pretendido parecer valiente y testarudo para no parecer débil ante Fénix Colori.

Luego, el Rey Tigre Blanco convocó de inmediato a los otros líderes de la tribu para informarles sobre su decisión de mudarse.

Unos minutos más tarde, todas las tribus se reun