“¿Qué estoy haciendo? Primero, romperé tu alma de hada”, dijo el Archidemonio Antígono con frialdad. Una bola de luz roja como la sangre se condensó en su palma y golpeó el alma de hada de la Princesa Dorothy al segundo siguiente.
La Princesa Dorothy tembló violentamente. Su alma de hada fue destruida en un instante. Ella sintió un dolor agudo y casi se desmayó.
“¿No que eras buena para maldecir? Continúa entonces”. Con una sonrisa cruel, el Archidemonio Antígono miró a la Princesa Dorothy y dijo: “Sin tu alma de hada, eres peor que una persona discapacitada. Cuando regresemos a los Nueve Continentes, te ofreceré a mis subordinados”.
“¡Entonces, veremos! ¿Tu padre se volverá loco cuando se entere de que mis subordinados te violaron?”.
La Princesa Dorothy se arrastró por el suelo temblando. Estaba avergonzada y enojada cuando escuchó los insultos del Archidemonio Antígono.
Sin su alma de hada, era inferior a cualquier persona común de los Nueve Continentes. Si el Archidemonio Antíg