Finalmente, Fénix Colori reaccionó y miró a Garuda mientras decía: “¿Qué estás haciendo? ¿Te has vuelto loco?”. Estaba indescriptiblemente furiosa, pues Pavo Real Lilibet y ella eran la mano derecha de la Reina Gorrión Rojo y disfrutaban de una relación muy estrecha entre sí. No pudo contener su ira cuando vio a Garuda emboscar a Pavo Real Lilibet.

“¡Sí, en serio me he vuelto loco!”. Garuda lucía engreído y no le importó su ira. “¿Cómo podré revivir a la Alianza Plumas Voladoras si no te someto a ti y a Pavo Real Lilibet? ¡No me culpes por hacer lo que tengo que hacer!”.

“¡Garuda, eres verdaderamente despreciable!”, gritó Fénix Colori mientras temblaba. Ella disparó sus delgadas manos hacia Garuda, queriendo atraparlo y hundir sus uñas en su agarre. Ella había infundido su poder en ese ataque y, dondequiera que pasara, el espacio a su alrededor se distorsionaría. Era un espectáculo impactante de ver.

Garuda no entró en pánico. “Fénix Colori, pude haberte temido antes, pero hoy, ¡tan