La cara de Darryl estaba seria mientras decía todo eso.

Karum se rio. “Darren, deja de intentar evadir la pregunta. ¿Cómo explicas los temblores provenientes del Monte Rochsor si no hay un tesoro? ¿Y por qué la Organización Mano Sangrienta vendría a rescatarte si no tienes nada que ver con ellos?”, preguntó mientras continuaba atacando a Olena.

Jameson asintió con la cabeza. “¡Tiene razón! ¡Todos, no escuchen a Darren! ¡Asegúrense de no perdonarlo ni a nadie de la Organización Mano Sangrienta!”.

Los ojos de Darryl se pusieron rojos de rabia. ‘¿Cómo se atreven esos dos idiotas desquiciados a calumniarme?’.

Darryl tomó una respiración profunda y sus ojos brillaron de rabia. “Está bien, como ustedes quieran entonces. ¡No digan que no se los advertí!”.

Todos se quedaron en silencio por lo que dijo, pero estallaron en carcajadas de inmediato.

Jameson miró fijamente a Darryl y, con voz burlona, ​​dijo: “Ni siquiera sé de dónde sacas tanta confianza. Ahora somos nosotros los que tenemos