“Thea y Lolita son amigas. Estamos aquí para visitar a Lolita, así que ¿cuál es el problema?”, le dijo fríamente Darryl a Grady.

“¿Amigas? Creo que ustedes deben tener un motivo oculto”, se burló Grady.

Luego, señaló a Darryl y trató de presumir: “¡Oye, chico, ya eres carne muerta! Has herido a muchos de mis guardias”.

De repente, el Paladín del Pegaso interrumpió con frialdad: “¡Suficiente! Déjate de tonterías, Grady”. Hizo una señal con la mano. “Atrapen a este hombre y a esta mujer”.

El Paladín del Pegaso quería encontrar a Darryl lo antes posible, por lo que no estaba de humor para lidiar con ese asunto.

Bajo su mando, más de una docena de caballeros del Templo de la Luz rodearon instantáneamente a Thea y Darryl. Aunque eran caballeros ordinarios, los guardias de la familia no eran nada comparados con ellos. Los caballeros eran poderosos y cada uno de ellos estaba al menos por encima del nivel de santo honor.

Thea se estremeció al ver a los poderosos oponentes y entró en páni