Pasó algún tiempo antes de que Darryl finalmente recuperara la conciencia.
Cuando abrió los ojos, Darryl se sintió un poco mareado.
‘Mald*ción, ¿estos dos están enfermos o qué? ¿Por qué me atacaron cuando ni siquiera los conozco?’.
Los ojos de Darryl estaban rojos mientras maldecía en su corazón. Luego, miró a su alrededor inconscientemente.
En ese momento, el corazón de Darryl se estremeció al ver el entorno que lo rodeaba. ¡Quedó completamente atónito!
‘C*rajo, ¿qué lugar es este?’.
Darryl vio una pequeña isla frente a él, rodeada de un vasto océano: era hermoso. En la playa cercana, había una enorme estatua de la Diosa de la Luz.
La estatua tenía más de cien metros de altura, estaba hermosamente tallada y parecía real. Desde la distancia, parecía como si estuviera viva.
¡Pam!
Mientras Darryl contemplaba y admiraba la estatua, algo lo golpeó en la nuca.
Darryl estaba asustado y furioso. Se dio la vuelta y vio al Paladín del León Dorado, quien lo había capturado, parado allí