“El aura de la Maestra de Secta Jenn está realmente débil. Parece que alguien la había drogado...”.

“¿Podría ser Darryl…?”.

Esos comentarios fueron audibles. Caballo Blanco y Weston pudieron parecer sorprendidos, pero estaban increíblemente encantados.

‘¡Tenemos tantos testigos! No importa lo bien que hable Darryl, él no podrá explicar esto’.

“¡Maestra de Secta Jenn!”.

Quincy recuperó el sentido, caminó hacia Zoey y le preguntó: “¿Qué pasó? Cuéntenos y le haremos justicia”.

Quincy le fulminó con la mirada a Darryl.

Todos pensaron que era bastante obvio. Darryl había querido aprovecharse de Zoey y parecía que lo había logrado.

“Yo…”.

Zoey se mordió los labios y dijo suavemente: “Estaba descansando en mi habitación anoche cuando escuché a Darryl patrullando el área. Le dije algunas palabras a través de la puerta y no sé qué pasó después”.

Zoey se sintió en conflicto mientras lo decía.

No creía que Darryl hiciera tal cosa. Sin embargo, tenían todas las pruebas de que lo hizo; e