La ira de Amastan ardió luego de ver eso. ‘Darryl es muy poderoso; mató a muchos de mis guerreros en un abrir y cerrar de ojos’.

Donoghue tenía una sonrisa en su rostro. Se paró a un lado y continuó observando la batalla. No estaba completamente decidido a unirse a la Tribu Raksasa y tenía la intención de usarlos para agotar la energía de Darryl. Al ver a ambos lados luchar entre sí, naturalmente se sintió complacido y libre.

Amastan estaba furioso mientras agitaba su espada de hueso. “¡Mátenlo y destrózenlo!”.

‘Pase lo que pase, Darryl debe morir hoy. ¡No debo dejar que salga vivo de aquí!’, pensó él.

¡Pum! ¡Pum!

Tras escuchar el rugido furioso de Amastan, doce enormes figuras entre la multitud cargaron directamente hacia Darryl. Eran los Doce Dioses de la Tribu Raksasa.

Los Doce Dioses tenían un poder celestial natural y eran talentosos en la cultivación. Ellos eran la guardia personal del Rey Raksasa y los responsables de salvaguardar la seguridad del rey. También eran el arma