"Jaja, Darryl, ¿escuchaste eso? ¡Apúrate y mátame! ¡No puedo soportarlo más!". Natalia tenía ganas de moverse, pero sus puntos de acupuntura estaban sellados y no podía moverse en absoluto. Esta sensación era la más insoportable.
Por un momento, la cara de Natalia se sonrojó y sus labios rojos se separaron ligeramente mientras reía sin parar. Su risa estaba impregnada de dolor, y no sabía si reír o llorar.
Darryl la observaba con una expresión pausada. Al verla así de torturada, sonrió y dijo: "¿Qué tal? ¿Puedes responder ahora a mi pregunta? Si asientes, ¡te daré inmediatamente el antídoto!".
El delicado cuerpo de Natalia temblaba incontrolablemente mientras soportaba la sensación de calor, picor y frío. Se mordió los labios con fuerza y dijo fríamente: "¡Ni se te ocurra!".
Ese asunto concernía a la Tribu Raksasa. ¡Prefería morir antes que decir nada!
"De acuerdo, veamos cuánto puedes aguantar". Darryl no tenía prisa. Con una sonrisa, cogió un taburete de afuera y se sentó tranqu