Las expresiones de Megan y Lily cambiaron al ver a Darryl desmayarse. Llenas de preocupación, ambas gritaron casi al mismo tiempo.
“¡Darryl!”.
“¡Maridito!”.
Luego, Lily miró a Debra con ansiedad y furia. Ella reprendió a Debra: “Debra Gable, ¿qué está pasando contigo? Sabes que Donoghue es la persona a quien más odiaba Darryl, pero aun así, eliges estar con él. ¿Por qué le haces esto a Darryl? ¿Sabes cuánto lo estás lastimando?”.
Aunque Lily y Debra no se habían visto mucho, Lily sabía que ella había estado con Darryl durante más de diez años. En ese momento, al ver a Darryl desmayarse por tener el corazón roto gracias a Debra, no pudo soportarlo más.
Sin embargo, Debra ni siquiera miró a Lily. La mujer de Darryl tampoco sería una buena persona ya que estaba con un hombre tan lujurioso.
Donoghue examinó los alrededores, sonrió y dijo: “Hoy no solo logré recuperar mi trono, sino que también logré encontrarme a mí mismo una Emperatriz tan hermosa, gentil y amable. Hoy no mataré”.