¡Paf!
Cuanto más pensaba Quincy en ello, más furiosa parecía. Caminó rápidamente hacia Darryl y le dio una bofetada.
"No seas descarado conmigo. No creas que no te voy a matar", dijo Quincy con frialdad mientras miraba a Darryl.
Darryl le contó la fórmula falsa de la Batalla de Sangre de las Ocho Direcciones en la antigua tumba de Lu Bu, lo que le provocó un brote psicótico y quemó su ropa.
Por eso su hermana, la Emperatriz, pensó que ella y Darryl tenían una relación. Quincy quería cortar a Darryl en un millón de pedazos.
Darryl se tocó la mejilla y sonrió. "Está bien, si quieres matarme, es mejor que lo hagas ahora. Pero, si muero, ¿qué dirá la gente de ti? ¿Qué mataste a tu propio marido? Tch, tch, tch. Serás famosa en todos los continentes".
Darryl estaba seguro de que Quincy no se atrevía a matarlo.
No solo no podía desafiar el decreto de la Emperatriz, sino que tampoco había obtenido la Batalla de Sangre de las Ocho Direcciones. Ella no lo mataría.
"¡Sal!".
Quincy estaba