[THEANA]

Ya estoy tratando las heridas de Arcel. Si para él parecen triviales, para mí definitivamente no lo son. Solté un profundo suspiro. No debería haberse metido en una pelea. Puedo defenderme sola. Incluso si ese tipo me hubiera abofeteado, no habría terminado ahí. Hasta podría haberle destrozado las pelotas si hubiera sido necesario.

Aunque me incomoda la mirada constante de Arcel, como si observara cada uno de mis movimientos, dejo que mi mente divague mientras aplico el ungüento en sus heridas.

Jadeé cuando sentí su mano en mi cintura, atrayéndome hacia él. Su cuerpo casi presionaba contra el mío. Su rostro quedaba a la altura de mi pecho, ya que yo estaba de pie y él sentado.

Está acariciando mi cintura suavemente, lentamente. ¿Acaso se da cuenta del efecto que tiene en mí?

Me recompuse. ¡No vas a ceder, Theana! Una vez fue suficiente. Sálvate y no permitas que este hombre te humille otra vez.

—Si me vas a cuidar cada vez que me golpeen, entonces me meteré en peleas todos los