A la mañana siguiente, Enzo me deja en el hotel para terminar con algunos de los arreglos. Estoy decidiendo dónde debe ir la pista de baile y qué banda tocará en el evento cuando uno de los planificadores camina hacia mí.
—Hola, señora. ¿Usted y el señor Costanzo van a abrir la pista de baile el sábado por la noche?—ella pregunta.
—En primer lugar, no me llames señora, mi nombre es Katherine. Me hace sentir vieja y tendré que hablar con Enzo sobre eso—digo preguntándome por qué demonios preguntaría eso. Pero supongo que nuestra relación se ha hecho pública. No es que tenga u