En cuanto la señora Vargas vio a Rosalía, sintió como si hubiera visto un fantasma, —¿por qué estás aquí?
La hermana de la señora Vargas también estaba muy sorprendida, —Rosalía, ¿no te han enviado a la cárcel? ¿Cómo es posible que aparezcas aquí? ¿Será un doble?
Se parecía demasiado.
Rosalía miró con suficiencia a la señora Vargas y le dijo, —No pensabas que podía aparecer por aquí, ¿verdad?
Habían conspirado juntas del cambio de médula ósea, al final ella fue la única condenada a prisión, lo que no era justo en absoluto.
La expresión de la señora Vargas era muy complicada mientras miraba a Ricardo y le decía, —¿Qué demonios está pasando aquí? ¿La has liberado en secreto?
Se sintió de pronto un poco indignada de que su hijo hubiera sacado a Rosalía a escondidas. Pero cuando Magnolia acababa de amenazarla, su hijo no dijo nada ni se inmutó.
Rosalía dijo con una sonrisa irónica, —El hecho de que yo esté sana y salva y hoy aquí de pie no tiene nada que ver con la familia Vargas.
La señor