—Cállate, ¿cómo voy a saber qué hacer?
Sebastián había caído en desesperación, originalmente pensó que la cooperación era seguro y la familia Fernández podría recuperarse.
Pero se había ocurrido tal accidente.
¿Quién demonios iba a pensar que el pobre guardaespaldas al lado de Magnolia sería el presidente del Grupo Vargas?
Gabriel miró a la madre y al hijo Fernández, —¿Creen que es tan sencillo como cancelar esta cooperación? Nos han ofendido de verdad.
La señora Fernández dijo indignada, —Es solo una cancelación de la cooperación, ¿quieren apuntar a la familia Fernández? Están en Ciudad Sur, no en Ciudad Norte, ¿vale? Somos más potente que tú.
Al fin y al cabo, hoy se celebraba la ceremonia de la firma de la familia Fernández, y para presumir de que la familia Fernández colaboraba con un conglomerado multinacional, se invitó a varios amigos y familiares aquí.
Pero ahora había recibido un golpe fuerte y la cooperación parecía anularse.
Y Gabriel dijo amenazante, como podía soportarlo l