Ahora Magnolia comprendió las palabras de Alicia: Alicia estaba intentando emparejarla con Bosco.

Aria dejó su plato y salió corriendo, dejándolos a los tres en la mesa.

Magnolia miró a Alicia y le dijo, —Alicia, ¿qué acabas de querer decir con eso?

—Magnolia, no te ocultaré nada. Pensamos que has estado soltera durante tantos años, y ahora también por fin has recuperado la memoria, entonces puedes considerar tus problemas personales. Bosco también se considera una persona que conocemos bien, y ha permanecido a tu lado todos estos años, y se hizo cargo de tu hijo durante cuatro años, Javier y yo pensamos que Bosco se considera un mejor candidato.

—Espera.

Al oír estas palabras, Magnolia se sirvió apresuradamente un vaso de zumo para reprimir su conmoción. En efecto, no había pensado en problemas personales en todos estos años, tampoco quería a Bosco.

Alicia la miró, —Magnolia, ¿no quieres a Bosco?

—Alicia, es cierto que tengo una buena relación con Bosco, pero solo lo veo como un herma