Autor: Sally (KN)
CAPÍTULO 11 – EL INSTINTO DEL ALFA
El cielo sobre Silverfang estaba pesado y gris, cargado del aliento de las bestias. El viento aullaba entre el bosque ennegrecido, arrastrando el olor a sangre aún fresca. Mara permanecía al borde del arroyo; su reflejo ya no era completamente humano. Sus iris habían empezado a volverse ámbar y finas vetas rojas rodeaban sus pupilas: la marca inconfundible de un Alfa híbrido.
Desde la noche de la Luna de Sangre, su cuerpo la traicionaba. Cada latido, cada respiración hacía hervir la sangre en sus venas. Sus oídos captaban el pulso de los animales salvajes ocultos entre la maleza y sus sentidos agudizados distinguían hasta el olor del miedo flotando en el aire. Pero lo que más la aterrorizaba no era ese poder; era el impulso primitivo de desgarrar y morder que surgía cada vez que Ronan se acercaba.
«¿No pudiste dormir?», la voz de Ronan rompió el silencio, grave y áspera, agotamiento en cada sílaba. Salió de detrás de un árbol; el ho