Me encontraba en la discoteca, había salido con las chicas, pues no quería despertar sospechas, ya que ellas aún seguían sin saber nada en concreto sobre Jaume y yo, pues él había convencido a su hermana de que sólo éramos amigos, así que todo parecía estar en calma.
Bailaba sensualmente, al ritmo de una canción de mi tierra, con Carly intentando seguir mis pasos, haciendo que Charlotte riese por lo mal que lo estaba haciendo y que Laia dejase de prestarnos atención, pues siempre solía decir que éramos unas payasas.