Jen Smirnoff
Miami
Compartimos café, pastel y estuvimos platicando un poco con Sasha. Ella era más parecida a Boggi, era seria y un poco introvertida, pero, muy buena chica. Dulce la miraba con ganas de saber del chico que la vino a traer, pero al no decirnos ella nada, nosotros no podíamos cuestionarla. Eso era, su vida y su privacidad. Ya nos lo contaría ella cuando se sintiera lista para hacerlo y más en confianza.
–Bien, muchas gracias por el recibimiento, pero quiero ponerme a trabajar – Nos dijo Sasha – Jen, Dulce ¿Qué es lo que haré? Lamento ser desesperada, pero he soñado toda mi vida con trabajar aquí.
–Después no vas a querer venir – Emiliano bromeó con ella – Es broma, pues nos dijo Jake, que tenías que ayudar a Dulce. De hecho, ahí vienen los primeros clientes que tendrás que bañar tú, pequeña, Sasha.
–Así es, son dos perritos cocker a los que les haremos su baño, corte de uñas, limpieza de orejas y su estética completa – Declaró Dulce – Jen, los haces pasar por favor. Sas