Jacob Smirnoff
Miami
Mi padre y yo nos quedamos un poco preocupados viendo como Jen y Dulce, hablaban con Boggi. No podía evitar sentirme nervioso, porque conocía a Boggi y esperaba en el fondo de mí, que su terquedad cediera y que accediera a hablar con mi padre, porque no quería que esto fuera a complicarse demasiado. Mi padre estaba más nervioso que yo, todavía.
–Jacob, siento que el necio de Boggi no va a querer hablar conmigo – Se lamentaba – Yo tuve la culpa, por cómo he sido con él.
Ya no se podía retroceder el tiempo, ahora lo que más urgía era enmendar los errores de ahora y evitar que se siguieran sucediendo.
–No te lamentes ya, papá – Lo tranquilicé – Dulce logrará que Boggi entre en razón y si no ella, también está Jen para abogar por ti.
–He sido un ser horrible con esas dos mujeres, ellas son muy buenas personas, hijo y ahora veo claramente mi error.
Don Pancho y Don Porfirio, llegaron a donde estábamos nosotros con bebidas en mano. Le dieron una a mi padre y empezaron