Julia.-
Las palabras de Cora calaron profundo en mi pecho, me sentía culpable por ocultarle mi secreto, pero no sé porque piensa que puede ocultarme algo y que me va a hacer daño.
Lo hablaremos luego.
Habíamos llegado al hotel donde se realizaría el evento de los Royal, todo sea por el trabajo y porque negarlo, por el dinero también, los lujos de mi hermana no se pagan con chapas.
— Esto sí que es lujo –Cora observa silbando.
Con las máscaras ya puestas bajamos de la limusina, mi hermana les entrega a los anfitriones la invitación. Entramos acompañadas de dos apuestos acompañantes está demás decir que Cora llevaba una sonrisa enorme en sus labios y cambió rápidamente su postura de hermana tierna y cariñosa a una imagen de femme fatal muy seductora.
Un mesero se acercó con dos copas de champagne que no dudé en tomar.
— ¡Ey tú muy bien! Me alegra que estés dispuesta a divertirte –chocamos nuestras copas,
Con la máscara puesta me sentí un poco más segura, veo como Cora le hace se