Por enésima vez, Lolita cedió. Eso fue porque Diego siguió persuadiéndola y convenciéndola, para que ella creyera que el hombre no tenía una relación especial con Melinda.
Lolita que al principio se resistió, al final se rindió.
Diego dio su celular como prueba de que ya no había nada que ocultar. Además, Lolita también estaba cansada de seguir comportándose así. Como si no fuera ella misma. Lolita nunca se había comportado de manera tan irritable antes.
"Entonces, ¿a dónde quieres ir?", preguntó Diego.
"A donde sea, siempre y cuando pueda disfrutar del aire fresco."
"¿Quieres ir a la playa? Allí puedes relajarte y también pedir comida."
"Por supuesto que quiero". Al ser halagada así, Lolita ya se había derretido. Y una vez más Diego tuvo que respirar aliviado. Su amada ya no mencionaba pedir ser liberada. Porque para ser honesto, hasta cuando, Diego no liberaría a Lolita.
"Cámbiate de ropa entonces".
"Entendido". Lolita levantó su pulgar hacia Diego e hizo que el hombre se riera al v