POV de Adriana
El eco de sus palabras todavía resonaba en mi cabeza mientras caminaba sola por las calles de la ciudad. Cada paso que daba parecía alejarme más y más de la seguridad que había sentido por un instante en sus brazos. Diego había dicho que me amaba, que quería quedarse a mi lado… pero el miedo seguía ahí, latiendo como una segunda piel bajo la superficie de mi calma aparente.
El viento frío me despeinaba el cabello y me hacía abrazarme a mí misma. No estaba segura si era el clima o simplemente el vacío que sentía adentro lo que me hacía temblar.
Quería creerle. De verdad quería hacerlo.
Pero creerle implicaba confiar en alguien que ya había destrozado mi corazón una vez. Implicaba saltar al vacío, sin saber si esta vez estaría para atraparme.
Me detuve frente a un pequeño parque, donde los primeros rayos de sol pintaban de dorado los bancos y el césped aún cubierto de rocío. Busqué un banco vacío y me senté, dejando que el silencio de la mañana me envolviera.
Saqué el cel