Parte 5...
No sé si debería dar detalles en este momento, pero Ana tampoco me ha dado ninguna pista y pensé que su madre adoptiva sería más mayor y estaría más enferma, hasta el punto de no necesitar detalles.
— Espero que lo que sea que estén haciendo no los coloque en una situación complicada más tarde.
— No pasará nada malo, Acacia - Ana dijo y me miró con los ojos muy abiertos — Es solo que Matteo habla de una manera que parece que hay algo malo oculto, pero no lo hay.
— Bueno - solté una risa falsa — Es que soy un poco exagerado, eso es todo.
— ¿Un poco? - Ana alzó una ceja y cruzó los brazos.
— Ah, tú también lo eres - agité la mano y Acacia rió suavemente — Usted sabe que ella también es exagerada. Siempre me miraba mal en la empresa.
— Porque eras un ogro conmigo, Matteo - dijo en voz alta.
— No... - sacudí el dedo hacia arriba — No era así, no. Tú también hacías algunas cosas mal en el trabajo. Incluso rompiste algunas cosas.
— Porque tengo un problema en la pierna,