Parte 2...
— No lo recordé, Matteo - volví a quejarme — No puedes seguir peleándote conmigo así. Ya no soy tu empleada.
— Lo sé, pero fui al salón de Alexandre y no estabas allí.
— Porque la lección de hoy terminó y tenía otras cosas que hacer. Tenía una vida que funcionaba sin ti, ¿olvidaste eso?
Escuché su suspiro al otro lado.
— Está bien, Ana, pero ahora estamos juntos y lo menos que podrías hacer es avisarme.
— No sabía que querías saber cada paso que doy, Matteo - respondí desafiante.
— Ana... - otro largo suspiro — Mira, dime qué vas a hacer, por si acaso necesito ubicarte. Estoy tramitando los papeles para la boda civil y necesito tus datos.
— Mira en el contrato... Todo está allí - seguí en tono desafiante.
— Ana... Está bien, no voy a discutir... ¿Dónde estás ahora?
— Estoy llegando a la clínica para ver cómo le fue a Acacia con la mudanza.
— Envíame la dirección. Voy a recogerte.
— No es necesario.
— Voy a recogerte, Ana - repitió él.
— Tú no me mandas, Matteo