Tomé una botella de leche de la nevera y la calenté. Le pregunté a Joshua: "¿A qué viene esa pregunta repentina? Lo he dicho de forma casual. ¿Qué otra cosa podría querer decir?".

"¿Por qué parece que pronto perderé mis días de ocio?".

Joshua siempre estaba al lado de Zachary, así que era bastante alerta e inteligente.

"¿Seguro? Pero no quise decir eso".

Joshua no siguió indagando en lo que había dicho antes. Preparó cuatro sándwiches y me pidió que los pusiera en la mesa del comedor. Luego, continuó friendo en la sartén un poco de tocino.

Le dije: "Quiero sopa de maíz".

Abrió la nevera para comprobarlo y dijo: "No tenemos maíz".

"Oh", le contesté.

Entonces me preguntó: "¿Alguna otra sopa?".

"Claro, cualquier otra sopa también está bien".

"Bel, eres muy dulce. ¿Ya se han despertado los niños?".

Cuando bajé antes, mis dos hijos seguían durmiendo. Le dije a Joshua mientras salía de la cocina: "Voy a subir a ver cómo están".

Volví a subir a nuestra habitación. Zachary ya est