«La Luna de Blaine»
El pasillo es muy sencillo de recorrer, hasta que en un punto llegan a una división y no saben por dónde seguir.
—Demonios, lo que faltaba —se molesta Blaine y Nita le dice como si fuera su dueña.
—Vamos, huela, olfatee —él la mira con cara de asesino y ella niega con la cabez