Narrador
El gran lobo negro estaba parado frente a ellas mostrando sus afilados colmillos, dejándolas inmóviles.
Greace bajo la mirada, por qué sabía lo que eso significa, y Elizabeth no se atrevió a hacer otra cosa.
Salió de la mansión, Greace subió a su auto y se marchó, mientras que Elizabeth se dirigió hacia dónde se encontraba Matthew, para poder verlo, y distraer su mente.
Esperaba que Alfred, o quizás Jack, apareciera en ese momento, pero no ocurrió.
-Mi Luna, interrumpió Zack, mientras ella servía una taza de café.
-¿Cómo está Alfred?
-Estará bien, pero me temo que debo pedirle que abandone este lugar.
-Pero quiero estar con él.
-Lo siento, Luna. La orden del señor fue clara.
-Permíteme hablar con él... seré la única responsable de lo que suceda, ¡por favor!
-Si la dejo pasar voy a tener problemas con su Majestad... No le agradará esto.
-Te prometo, que me despediré, luego me marchó.
Zack, sabía que no podría detenerla, había notado lo escurridiza y necia que era esa mujer,