Recorrimos el pasillo hasta mi habitación, a lo lejos divisaba la imagen de una persona que para mi era conocida y en sus manos portaba un ramo de rosas.
Nos acercamos hasta él, no pude evitar hacer el siguiente comentario…
— Hola tonto.
Sí, era Jacob. No era capaz de verme a la cara aparentemente el fue el responsable de aquella broma que término manteniéndome más tiempo de lo pensado aquel lugar.
— Lo siento Hope, no debí hacerlo, de verdad soy un tonto.
— Lo eres, pero eres mi gran torpe y loco tonto.
Levanto el rostro, sus ojos se encontraban húmedos me quedaba claro que estaba luchando con sus emociones.
— No puede ser, tu llorando ... todo el mundo corra.<