— ¿Qué haces aquí Ronan?
— No sé, dime tu.
Empecé a retroceder lentamente sujetando mi costado, el trataba de seguir los puntos precisos en los cuales yo pisaba acercándose cada vez más a mí, luego de algunos pasos cerró la puerta tras de sí, sin dejar alguna zona libre por la que yo me pudiera escapar.