Después de años de lejanía de aquellos que alguna vez la traicionaron, donde la hicieron conocer el dolor y la pérdida de un hijo. Elie López, una de las actrices más cotizadas, conocidas mas por sus escándalos y personalidad problemática, llega a su ciudad natal. En lo que conoce al niño más adorable y callado que había visto en su vida, aquel que le recuerda lo que alguna vez, como pudo ser su hijo, aquel que la lleva a encontrarse con el hombre que a sus ojos es el más hermosos jamás visto. Pero hay un problema, y es el hecho de ser un hombre peligroso, taciturno y padre por su puesto de aquel niño, que al parecer se obsesiona con ella, pero esperen ¿Por qué su padre también lo hace? ¿Por qué su ex aun la busca? ¿Por qué sus enemigos están tan ensimismados en hacer su vida miserable? “Sin duda alguna están obsesionados conmigo”
Leer más—Elie… Elie… ¿Es cierto que usted golpeó a una de sus compañeras de sed?
—¿Es cierto que se acostó con el director para obtener el papel?
—Elie, por favor conteste nuestras preguntas, Elie…
El sonido incesante de los periodistas, preguntando las cosas más absurdas habían llegado a sus oídos, lo curioso, era que entre ella, más intentara aclararlo, aquellos solían inventar cosas aún más terribles.
Según todas aquellas personas ruines, ella terminaba siendo como la única persona con la suficiente maldad como para actuar de manera poco, ética.
Qué barbaridad, Elie López, solo era una actriz que se concentraba en su trabajo, una mujer que le importaba muy poco los rumores que la rodeaban, muchos la consideraban indiferente y rebelde.
Algunos indicaban que no era más que un ser incompresible, otros, admiraban su trabajo, otros con el afán del morbo a que haría, solían llamarse sus admiradores y solían, incluso, muchas veces, crear peores rumores de los ya existidos.
—Esa mujer puede que sea muy hermosa, pero sin duda no es más que una…
—Silencio puede escucharte, recuerda que suele siempre estar muy al pendiente de sus rumores y envía a sus amantes a golpearte…
Una exclamación de terror se escuchó tras ella, Elie solo sonrió, aun con los lentes cubriendo sus hermosos ojos, y pensó en el hecho de que nunca había actuado de tal forma.
Solo había ocurrido una vez y había sido ella, quien le había dado una paliza al hombre, aquel se había atrevido a sobrepasarse con el afán de ser no solo su admirador, sino también hombre enamorado.
Era algo que nunca permitiría, por lo que decidió darle una paliza, digna de alagar por su padre.
Pero de nuevo el sonido del flash de la cámara y los gritos llenos de malos comentarios de los periodistas habían traído a la realidad a Elie, quien frunció el ceño y decidió que las cosas no serán tan faciales en aquel país.
Se suponía que regresaría con tranquilidad, que nadie sabría sobre su regreso, pero las cosas nunca solían ser como ella deseaba, las personas solo la buscaban con la intensión de crear malos rumores, de hacer de su vida un problema.
Todos en aquel país eran de aquella manera, iniciando por aquel hombre que esperaba en la entrada del aeropuerto, quien al ser visto solo fue acaparado por los periodistas, dándole una excusa perfecta para poder escapar.
—Elie… Elie…
Parecía que ella no había logrado escucharlo, pero solo parecía, pues ella siguió camino hacia el estacionamiento, con el afán de encontrar otra salida, el hecho de tener que lidiar con otra víbora más en su día de bienvenida, no tan bienvenida, era algo que deseaba evitar.
Fue una lástima que los problemas parecían perseguirla, pues de la nada un pequeño niño había chocado contra ella, en bien había pisado el estacionamiento, en lo que noto el leve movimiento de nervios de su parte.
Había dos cosas a las que Elie López no podía negarse, aquellos eran los animales y el otro era los pequeños niños, sobre todo como aquel, el hermoso niño frente a ella, que imagino que tendría unos hermosos cinco años. Justamente como lo tendría él, sí aún estuviese vivo.
—Pequeño bebé, ¿Qué ocurre?
Ella no tuvo tiempo de nada más, aquella simplemente noto como un par de hombres enormes, la habían empujado haciéndola caer al suelo pavimentado y sucio, mientras el pequeño niño dio un estruendoso grito qué logro alertarla
—¿Qué se supone que hacen? Esta no es la manera de tratar a un niño…
Aquellos habían ignorado las palabras de Elie, quien noto como uno ellos, cargaba al pequeño a pesar de sus gritos y su acto de rebeldía, era más que suficiente.
Ella no permitiría que las cosas se presentaran ante sus ojos sin más.
No estaba dispuesta a que aquel pequeño fuese robado, por la simple y llana razón que no había hecho nada, cuando podía hacerlo.
Elie se levantó de prisa de aquel sucio suelo y sin pensarlo dos veces, camino hacia el hombre, a quien le toco el hombro; y justamente cuando aquel giro sobre sus talones para observarla, ella le dio un fuerte golpe en la barbilla.
Aquello había sido más que suficiente, aquel se había tambaleado y ella terminó por darle otro golpe que lograría derrotarlo en el mismo sitio, por lo que mientras sacudía su mano con un fuerte de dolor por aquel terrible golpe.
Noto como el hombre soltaba al niño y corría hacia ella, era justo lo que deseaba, por lo que Elie con maestría había evitado el golpe de aquel y antes de que siquiera pudiese levantar la cabeza, le había acertado una estocada final en las costillas.
—No te levantes más, porque si lo haces te irá peor, créeme…
No había necesidad de golpearlo de nuevo, aquel se había quedado doblando intentando recuperar su aire, el tiempo era suficiente para que ella pudiese escapar, por lo que llego hacia el pequeño y lo observo a los ojos.
Aquel que parecía evadir su mirada, estaba nervioso, temblaba, no debió haber sido tan ruda, pero no había otro camino, era eso o que robaran el pequeño, por lo que se arrodilló ante él, aun con los ojos fijos en el par de hombres sospechosos y hablo suavemente.
—Hey… tranquilo, hay que irnos, ¿sí? ¿Te irás conmigo?
El pequeño niño levantó su mirada, sus ojos azules llenos de lágrimas y su expresión llena de lo que parecía tantas cosas, Elie lo comprendió de inmediato, él necesitaba un más poco de compresión especial, un poco más de cariño.
Fue por eso que busco su pañuelo en sus bolsillos y lo ofreció con una tenue sonrisa, para que este limpiase su rostro lleno de lágrimas, quien lo tomo con delicadeza, mientras parecía observarla sin alejar su mirada por un segundo.
Él parecía buscar algo en ella, no, parecía haber encontrado algo, pues aquel tomo su mano extendida y sus ojos brillaron de una manera que aquella sin duda había quedado maravillada.
—Buen niño, ahora vamos a la oficina de personas perdidas, tus padres deben estar buscándote, no me iré hasta que encontremos a tus padres, ¿está bien?
Él no había hecho una sola señal, pero ella consideró que era más que suficiente, por lo que sonrió con delicadeza y simplemente camino con este de la mano, mientras ella les daba una última mirada a los hombres un poco preocupada.
Debía tener cuidado con aquellos extraños y agresivos hombres, por lo menos aquello pensó, mientras ingresaba a las escaleras del aeropuerto, evitando como siempre los ascensores.
Pero entonces, justamente, cuando había dado unos cuantos pasos hacia los primeros escalones, un hombre se mostró ante ella, aquel bajaba con toda la elegancia de un depredador, mientras ella se preguntaba quien era aquel.
No tuvo tiempo de hacer preguntas, al niño que había dado un gruñido y mucho menos al hombre que había hablado ante su sorpresa.
—Deme una razón, para no hacerle pagar a la mujer que robo mi hijo…
La novia bailaba con su padre, era una imagen tan maravillosa, Abigail se movía de un lado a otro junto Neo Campbell, mientras sonreían el uno al otroEra sin duda la despedida más grande que ha tenido aquel hombre, este parecía tener un terrible dolor en su pecho en el momento de entregarlaBlair había llorado, cuando este pareció querer decirle a colín, que estaba entregando uno de sus mayores tesoros y que no era fácil, que cuidara de su hija como él lo había hechoY que, de no hacerlo, no sabía que podría hacer, incluso aquello había hecho sonreír a Blair, ella había dicho“¿Qué era una frase de amor de un Campbell sin una amenaza?”Incluso Abigail, había sonreído ante aquello, mientras Elie observaba todo con una fascinación digna de admirar y mientras se preguntaba que podría ser de estos de ahora en adelanteSin duda alguna esperaba que fuese lo mejor, esperaba que la vida los colmara de bendiciones, fue entonces cuando padre e hija terminaron de bailarY su hermano gemelo inic
Ella nunca había tenido que pisar aquel lugar, la verdad era que estaba atestado de una sombría aura que ciertamente a Elie, no le gustaba para nadaPero tenía que hacerlo, debía hacerlo, hacía unos días se había despertado con la firme convicción de tener que enfrentar la realidad, de hacer lo correctoPor lo que no había dudado ni un solo segundo en dejar de estar disgustada con su padre y hermano, aquellos que le indicaron que podían acompañarlaQue no tenía que viajar sola, pero ella no estaba sola, Azriel y Dylan estaban con ella, aunque era claro que los había dejado con su padreQuería hacerlo sola por así decirlo, sin contar que ahora que sabía que Dylan era su nieto, quería que este interactuara con su padre, no solo con el que la había criadoTambién con aquel que veía cada semana, solía ir dos veces a la semana, solo con la intensión de no abandonarlaElla podía notarlo, al igual que su hermano, Ethan solía llevar siempre la excusa de querer revisarla, pero todos sabían que
Elie temblaba, mientras pensaba exactamente qué haría, no lo permitiría, primero ella moriría antes que Noah Turner tocara a su bebéPor eso a pesar de tener los ojos llenos de lágrimas y temblar como una gelatina, Elie lo observo fijamente, era su primera prueba como madreTal vez pueda que sea la última, pero ella daría su vida en ello, ella no sería tan tonta como para dejarse llevar por sus temoresDylan la necesitaba, y ella debía demostrar su valía—¿Por qué haces esto? ¿Qué te he hecho yo para merecer tal trato? Nunca he logrado comprender que es aquello que nos convirtió en este tipo de enemigosEra cierto, ella de verdad jamás lo comprendió, el comportamiento de Emma, los actos ruines de Noah, a quien creyó inocente hasta cierto puntoJustamente hasta aquel día, en el que ella estuvo en la mansión Turner, había tantas cosas que ella simplemente no compendiaElla de cierta forma entendía que aquel hombre se hubiese enojado, que se sintiera herido en aquel entoncesPero ya habí
La habitación estaba completamente en silencio, Elie había decidido luego de una larga conversación con Azriel, que debían hablar con DylanElla había estado contándole todo con detalle, sobre su embarazo, sobre los hechos que habían ocurrido aquel fatídico día, mientras Azriel asentía y parecía concentrado en algo en particular.Azriel había preguntado si habían llegado a encontrar el conductor del auto, pero Elie simplemente negó el hecho, ella ni siquiera se interesó en aquello.Estaba tan destrozada por todo lo ocurrido, que solo quería llegar a su hogar junto a sus padres y olvidar todo lo que había ocurrido.Por lo menos eso pensó en aquel entonces, pero no negaría que, en que ese momento justamente ahora le hubiese encantado saber ¿Qué paso con aquella persona?Pero parecía no importar, pues lo más importante era su hijo Dylan, sabía perfectamente que tal vez no le importaría él, la amaba locamente justamente como ella lo hacía con élPero temía que al enterarse de que ella era
Al parecer si había llegado tarde sin duda, el tráfico era insoportable y a pesar de que había pasado varios semáforos en alto, no había llegada a tiempo.En aquel momento Elie observaba a su hijo con adoración, con la mirada de una madre que al fin después de varios años, creyendo que lo había perdido por fin lo encontró.Mientras él sentía un sin sabor en su boca, el hecho de saber que está al fin había conseguido estar junto a aquel pequeño, sin saber que era su mismo hijo.Aquel con el que ella había compartido tanto, que no le era tan desconocido, de hecho, ya la llamaba madre, la amaba como una.Y algo muy dentro de ella, le decía que Dylan sabia la verdad, que simplemente sabía que ella era su madre, pero no había hecho ninguna diferencia.Aquel niño ya estaba loco por ella, soñaba con tener una vida al lado de su madre, de aquella que él la había elegido sin duda, por lo que no creía que fuese a ser un problema para el futuro de Elie y de su hijo.Pero el problema realmente, e
Abigail dio un alargo suspiro y aun escuchando las maldiciones de Azriel, esta hablo con un tono lleno de tranquilidad—Si tu hijo, sé dónde está y te llevaré con el ElieElla parecía pérdida, parecía que no podía comprender ¿de qué trataba todo aquello¡? ¿Desde cuándo ellos lo sabían? Había tanto que procesarTanto que aceptar y tanto que preguntar, Elie no solo estaba enojada, no solo estaba inquieta, estaba decepcionadaPero ahora no avía tiempo de hacer reclamos, ella solo dio media vuelta y camino hacia su auto, mientras Abigail, daba un largo suspiro y maldecía aquello que sucedía.No era la manera, ella desde un principio lo supo, se lo había advertido a Azriel, se lo dijo una y mil veces, tanto ella como su hermano.Todos le decían que entre más rápido llegara a contarle la verdad a Elie, sería mucho mejor, que ella estaría más en paz, pero Azriel era testarudo.Temeroso, aunque no quisiera aceptarlo, aquel hombre solía demostrar que no importaba el poder y cuan peligrosos fue
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