El gran salón estaba en completo silencio. Triana comenzó a morderse las uñas, llena de estrés y furia.
Incluso podía sentir el sabor metálico en su boca, pero no se detuvo hasta que recordó al hombre a su lado.
Aquel que, en silencio, solo observaba la puerta por la que había salido la mujer que am