Por lo que la hija de los Blaine, tuvo que buscar una manera de sustituir aquel apoyo, pues este era no más que una fachada por el honor de su apellido.
Ahora ver al mismo Orión Blaine sosteniendo a la pequeña niña en sus brazos los hacía cuestionarse.
—No, señor Blaine, jamás, nosotros solo…
—Tranq