Capítulo 24; Derribar barreras.
—¿Estás bien, Gia?— preguntó él después de largo rato, mientras le acariciaba la espalda desnuda.
—Si, claro, estoy bien— se alejó de él, mirándolo fijamente a los ojos, se mordió el labio.
—Me ha encantado— le acarició el cabello.
—A mi también me ha gustado muchísimo— admitió con sinceridad— y aunque ha sido delicioso—se mordió el labio inferior— sigo sin estar segura de que involucrar el sexo sea buena idea.
—¿Por qué no?— quiso saber, los senos a la altura de su cara, reclamaban su atención y sin poder contenerse extendió las palmas, deslizándolas por los pezones aún erectos y sensibles, Gianna gimió.
—Alex... mantén esas manos quietas, por favor— lo reprendió y el Ceo hizo un ridículo puchero, extendió la mano buscando la prenda y ayudándola a colocarsela le dijo;
—No quisiera hacerlo, pero si vamos a hablar debes cubrir ese delicioso cuerpo, Gianna.— ella sonrió y haciendo ademán de bajarse de sobre él, Alexander oprimió sus caderas.— No, mantente allí, querida— suspiró— la