—Necesito alejarme de toda esta
m****a por unos días —asiento —me iré contigo, pero tenemos que hacer una
última cosa.
Aceptó, lo que no pensé es que esa última cosa era llegar a
la casa de Kassandra. Esperamos en la sala y la mujer llega ilusionada, pero al
verme la expresión de su rostro cambia drásticamente.
–Que haces con esa mujer en mi
casa—se enoja la muy descarada.
—Eres una descarada y te vengo
advertir que vuelves hacer una artimaña como la de hoy y juro Kassandra que no voy
a tener contemplaciones contigo.
–De qué hablas—se hace la tonta.
—Ya se la m****a que intestaste con
Milkan y te juro que me vuelvo a enterar y toda tu familia pagará las
consecuencias porque tengo el poder para ponerte a comer polvo.
—Yo juro Nikolay, escúchame que...
—No me interesa y cada cosa que
haces lo único que probas es que te odie mucho más.
Su severidad me congela todo por dentro pero sinceramente
esta mujer no se merece nada más. Ha llegado muy lejos.
—Es por ella verdad, por esta per