—Porque estas enojado, sucedió algo
mientras no estaba, ese policía logro molestarte.
—No, Leana logro manejar bien la
situación, es buena pese a su inseguridad.
—¿Te gusta verdad?
—No hables pendejadas Aleksa.
—No son pendejadas cuando a leguas
se nota que te gusta mucho la chica, es normal Nikolay enamorarse de nuevo,
aunque me gustaría que no la utilizaras, no es como Kassandra.
—Vete.
—Porque siempre huyes de las
conversaciones, date cuenta que eso lo único que hace es mal, al menos habla
que…
—Aleksa vete, no soy un puto crio
para hablar de mis problemas como si no pudiera resolverlos yo mismo.
—No estoy diciendo eso, pero a veces
es bueno hablar, desahogarse, así serán más llevaderas las cosas.
—Basta, quiero que salgas y mantén
vigilado a esos putos hermanos, no quiero que me dañen mis negocios.
—Está bien, energúmeno.
No me quedo en la noche en mi casino, me voy a mi mansión
donde bebo una copa de licor mientras aprecio el fuego de la chimenea. El sabor
de Leana aun lo tengo e