Capítulo 60: Yo soy el padre de Lydia.
Dante después de escuchar la advertencia de su abuelo, podía imaginar lo que pasaría a continuación, pero para él era mejor que la empresa quedará en la ruina en manos de Bruno que en las suyas.
Lamentaba que las cosas fueran así, porque a pesar de todo su abuelo seguía siendo su familia y esto molestaría mucho a Katherin, Santiago y a sus tíos, pero su abuelo ya había hecho muchas cosas malas sin obtener consecuencias.
Y él está vez no podía quedarse de brazos cruzados, porque estaba en peligro la mujer que amaba.
— Dante, ¿Puedo pasar? — Preguntó Mia al otro lado de la puerta.
— Si, adelante. — Respondió él rápidamente, para verla entrar con una bandeja en las manos con comida.
— Haz estado aquí trabajando tanto tiempo que ni siquiera bajaste a almorzar, por eso te traje algo para que comas, espero no te moleste. — Musitó Mia con timidez.
Dante inmediatamente sonrió, pensando en, ¿Cómo esto lo podría molestar? Si que ella se preocupara por él lo llenaba de felicidad.
— P