CAPITULO 79 SON CELOS.
Samantha.
El trayecto se hace largo e incómodo, mis lágrimas no paran y pienso que es más causado por el embarazo que por lo sentimientos, aunque no no sé porque me afecta tanto, no amo a Daython, es solo un contrato por cuatro años, pero...
Quizás pensé que si podía surgir más adelante, una relación entre nosotros como cualquier pareja.
Una hora después, estoy ingresando a la mansión donde llevo solo unas semanas viviendo. Estaciono el auto y acomodo mi cabeza en el volante, trato de parar mis lágrimas, pero las hormonas del embarazo, están sumamente alteradas y me cuesta controlarlas.
Unos minutos después, escucho los golpecitos en la ventana, muevo mi rostro y son los dedos de Daython, tocando el vidrio. Respiro profundo y solo abro la puerta para salir del auto.
Daython, me observa y noto el nerviosismo y la preocupación en su rostro.
Ambos ingresamos en su mansión, el padre de Daython, frunce el entrecejo al vernos y luego su mirada se pasa al rostro de Daython, apretando su