CAPITULO 32 UNA NECESIDAD GARRAFAL.
Caleb Hanks.
Nuestras lenguas se encuentran y ambos comenzamos a moverlas con hambre, con deseo, hundiéndonos más a los dos, a cortar esa línea que nos detiene y nos comienza a desesperar, cuando las pelvis se rozan y los dos, jadeamos de placer al sentirnos.
Samy, me muerde y me vuelve loco, comenzando a corresponderle de la misma forma, mordiendo y chupando su lengua, luego sus labios y volviendo a su lengua, no quiero soltarla, no deseo separarme de ella, así el oxígeno sea necesario.
Nos mordemos, nos chupamos, nos saboreamos y pasamos a succionarnos el uno al otro, es un beso delicioso que no podemos controlar, ni parar, haciéndonos rozar más profundo nuestras pelvis.
─ No sabes cuánto deseo desnudarte, Caleb. ─ Susurra Samantha, sobre mis labios deteniendo el beso y jadeando, buscando más aire y endureciéndome mucho más al escucharla.
─ No sabes cuanto deseo hacerte mía ─ confieso rompiendo un poco más esa delgada línea.
Samy, gime abriendo sus piernas sobre mis caderas