LUCIANA :
—¿Quién diría que mi asistente personal vendría a un lugar como este? Tienes razón en decir que no juzgues un libro por su portada.
Me susurra Andrew haciendo qué se me pare todo.
Me giro de inmediato y ahí está mi guapo jefe mirándome con media sonrisa.
Corre el asiento y se sienta a mi lado sin dejar de mirarme.
Lo observo y lleva una camisa blanca remangada por los codos y un pantalón negro de vestir. Su pelo está revuelto y se mira cansado.
—Usted también… No parece ser el tipo de persona que vendría a un antro a divertirse.
Digo mientras me tomo un trago de alcohol fuerte.
Andrew frunce el ceño y me mira.
—No he venido a divertirme Luciana… He venido para hacer negocios.
Dice y pide una botella de agua.
Alzo las cejas y lo miro como si estuviera loco.
—¿Enserio? ¿Vas a beber agua?
Le pregunto y él asiente.
—Dos mojitos por favor.
Le digo al chico de la barra y asiente.
—Luciana… No me gusta el alcohol…
—Eres bastante raro… ¿A quién no le gusta el alcohol