~Marian~
Hoy quise madrugar, es mi primer día de trabajo y quiero quedar bien con mi padre para hacer que todas sus dudas vayan desapareciendo. Necesito recuperar su confianza.
Me quedo viendo en el espejo y no sonrío, mi vestimenta no me hace sentir como yo, pero es lo que escogió mi padre; una falda holgada y una blusa de estampados. Lo único bueno es que yo arreglé mi cabello y pude darle volumen.
—Cada día crece más, creo que es hora de cortarlo —mi padre acaricia mi cabello.
Por alguna razón, no le gusta que tenga el cabello largo, dice que no es elegante.
—Pero bueno, eso no es importante. Vámonos, no hay que llegar tarde, debes dar una buena impresión.
—Sí, padre.
Adelanto el paso y me alcanza.
—Hija, creo que está de sobra pedirte que te hagas respetar, vas a lidiar con mucha gente, que haya limites sin perder la amabilidad.
—No te voy a fallar, puedes estar tranquilo.
—Y menos se te ocurra hablar de lo que pasa en nuestra familia. Tenemos que dar un buen ejemplo.
No sigo r