Andrew iba para la oficina de Chase, habían llegado ayer por la tarde, y hoy muy temprano se habían incorporado al trabajo, odio tener que venir a trabajar y no poder estar con Kaelyn todo el día riendo, conversando, haciendo el amor. Cierto trabajaban juntos, pero, Kae era una mujer muy profesional, y aunque habían tenido sexo en la oficina, no era igual, a cuando estaban fuera del trabajo.
En cuanto llegó a la oficina de Chase, saludó a la secretaria con un buenos días y entró sin tocar, siempre había sido así la confianza entre ambos.
—Vaya, pero si es el hombre que nunca se iba a enamorar — Chase bromeó al verlo, recordando las palabras que Andrew le repitió más de una vez.
—No había conocido a tu hija, así que no creía en el amor, ella me hace ver el mundo diferente, ella es la mujer de mi vida. — Chase sonrió al escucharlo, y ver cómo sus ojos brillaban, ¿cómo no pensó antes, en que estos dos serían el uno para el otro?
—Me alegra oírte hablar así, en especial ver el amor qu